En invierno, nada mejor que los aromas ricos, acres y picantes para llenar de calidez y vitalidad del hogar y crear un ambiente apacible y atractivo. Aprisionada en la corteza, en las raíces, en las semillas, en las flores e, incluso, en los estambres de algunas plantas, se encuentra una explosión de fragancias y sabores picantes que se ha utilizado para cocinar desde tiempos remotos como para aromatizar y curar.
El olor cálido y picante de la nuez moscada posee efectos suavizantes y evocadores, y se dice que estimula los sueños; contribuye a despertar recuerdos que permanecían olvidados. Si disfruta sentándose junto al fuego y poniéndose nostálgico con sus amigos, cualquiera de estos aromas le ayudará a crear el ambiente adecuado.
En la práctica, el clavo constituye un poderoso antiséptico y previene las enfermedades del invierno. El aceite de clavo es muy apreciado por su capacidad para aliviar los resfriados de pecho y despejar los senos nasales congestionados. Para prevenir las infecciones, vaporice unas gotas en un quemador. Tradicionalmente, el aceite de clavo su utilizaba como remedio para el dolor de las muelas.
La canela también es un remedio efectivo para reforzar el sistema inmunológico y nos protege contra los resfriados y la gripe. Esta especie exótica posee un aroma ligeramente dulce, cálido y muy nacarado. Mitigar las molestias y los escalofríos que se siente en las primeras fases de un resfriado y resulta un buen antídoto contra las descomposición estomacales. Muy apreciada por sus usos culinarios y medicinales, la canela se encuentra entre las especias conocidas más antiguas y más buscadas: en un momento de la historia, llegó a ser más preciosa que el oro.
Tanto la canela como el clavo no pierden sus propiedades al combinarse con la naranja para formar una magnífica fragancia invernal. En Navidad, prepare un ponche caliente de vino y especias con vino tinto, al que se añade un poco de azúcar, rodajas de naranja, unas ramitas de canela y unas yemas de clavo. Para conseguir una poma aromática tradicional, tachone una naranja con clavos, imprégnela con raíces de flor de lis y canela molida; y seguidamente, cuélguela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.