Todos conocemos la importancia de darnos un capricho de vez en cuando y dárselo a nuestra pareja, pero ¿cuántas veces llegamos a dárnoslo? Crear un refugio sensual, aunque sólo sea durante una o dos horas, constituye una de las mejores maneras de hacerlo.
El baño y el dormitorio son dos lugares donde resulta bastante sencillo crear la atmósfera adecuada. Baje la luz, ponga música apropiada y elija las esencias que mejor se ajusten a su estado de ánimo. Utilice cremas, lociones, aguas florales o perfumes para darse un gusto y disfrute con un lujoso baño relajante o con un masaje sensual.
Aceite de baño de rosa y de sándalo