Hierba de San Juan (Hypericum perforatum)

Antidepresivo natural por excelencia, el Hypericum ha sido tildado durante muchos siglos de hierba mágica. Se le atribuía la virtud de espantar a los fantasmas y a los malos espíritus, utilizándose por ello, a lo largo de toda la Edad Media, en los rituales de exorcismo. Por otro lado, también ha sido una creencia muy extendida, que la hierba de San Juan protegía de las tentaciones e, incluso, se ha llegado a colgar de los tejados, para salvaguardar a las casas de los rayos y los incendios. El Hipericum, además de antidepresivo es un eficaz antiinflamatorio y cicatrizante de heridas, llagas y quemaduras.

Onagra (Oenothera biennis)

Las múltiples curiosidades de esta planta la convierten en una de las más llamativas del panorama medicinal. Originaria de América del Norte, concretamente del estado de Virginia, es junto con la Hammamelis virginiana una de las mejores aportaciones del siglo XVII, concretamente, al jardín del monasterio de Padua. De ahí su difusión al resto del Viejo Continente fue muy rápida. Abre sus escapos florales cuando anochece, manteniéndolos abiertos tan sólo, 2 noches consecutivas. Las particularidades de su genética la han hecho idónea para muchas de las investigaciones en las leyes de la herencia.