La fatiga mental requiere esencias que "sacudan las telarañas", despejen la mente de confusión y de indecisión, devuelvan la claridad y una actitud positiva.
Los vahos de romero, saludables y tonificantes, constituyen un magnífico estimulante para la claridad mental. Los estudiantes de la antigua Grecia ya lo sabían y llevaban en el cabello ramitas de esta hierba fresca para mejorar la memoria. La menta era otra fragancia muy apreciada por los antiguos griegos, así como por los egipcios, los chinos y los hindús. Los romanos solían ponerse coronas de menta durante sus suntuosas fiestas, para beneficiarse de sus efectos depuradoras. En la actualidad, los aromas en forma de aceites esenciales se utilizan de muchas maneras estimulantes.
El aceite esencial de menta resulta excelente cuando se emplea en vahos o mezclando con una base de crema para masajear las sienes. Su nítido olor a menta abrirá los senos nasales y aliviará los dolores de cabeza causados por la tensión. Tanto el romero como la menta fomentan la inspiración y la perspicacia. Sus esencias le despejarán la mente e imprimirán energía a sus células cerebrales: ideal para las situaciones en que resulta fundamental estar alerta. Para aliviar el cansancio, como el que provocan los largos viajes, añada unas gotas de ambas fragancias en un vaporizador para rociarse la cara de vez en cuando.
De igual modo, el aroma de albahaca, fresco y acre, resulta excelente para aliviar la fatiga mental. En el siglo XVI, está hierba se molía y el polvo se inhalaba, como si fuera rapé, para mitigar los dolores de cabeza, aliviar los resfriados y despejar los senos nasales congestionados. La albahaca también contribuye a recargar la memoria y, por lo tanto, resulta ideal para facilitar la concentración. Si necesita empezar el día más alerta de lo habitual, añada unas gotas de esta hierba a la ducha matinal para despertar el organismo y adquirir una energía adicional.
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