El huevo tiene muchas proteínas. En la yema están las grasas y las vitaminas y en la clara están las proteínas. Actualmente, los huevos se utilizan para todo en la cocina. Se pueden tomar fritos, duros, en molde, pasados por agua, en tortilla, etc. Se utilizan para muchas salsas: mayonesas, tártara, salsa holandesa. En repostería: son absolutamente imprescindibles en casi todas las recetas: cremas, crepes, bizcochos, flanes y en helados.
Como parte de la política alimentaria europea para garantizar la trazabilidad de los productos alimentarios, desde el 1 de enero de 2004 se produjeron cambios de revelancia en la comercialización de los huevos, en los que, además, del marcado de la cáscara de los huevos frescos, se debe aportar una serie de datos en la etiqueta de los estuches que contiene a los huevos de categoría A.
Los huevos frescos (categoría A) destinados a su consumo directo llevarán impreso en la cáscara un código que aporta información sobre la forma de producción, el país de origen y el código de la explotación de la producción.
Para diferenciar entre los huevos que han sidos puestos por gallinas inmovilizadas en jaulas; gallinas que andan por el suelo aunque sea en un corral; gallinas que picotean y corretean al aire libre, y los de las gallinas ecológicas, hay que leer el primer dígito del código que viene en cada huevo.
Este código se interpreta como sigue:
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