Cómo utilizar los aromas en Aromaterapia

Muchas partes de las plantas aromáticas reportan beneficios: ya se han frescos o secos, órganos como los pétalos, las hojas, la corteza y las semillas, así como los aceites esenciales obtenidos por destilación. Estos productos también pueden utilizarse de diversas formas: en masajes y baños, en inhalaciones, como ingredientes de comidas y de bebidas, y en el aire que nos rodea.

Antes de iniciar cualquier tratamiento con aceites esenciales, es importante conocer un poco su funcionamiento para utilizarlos sin riesgos.

Las dos maneras básicas de emplear aceites en el hogar son inhalándolos o aplicándolos a la piel con un aceite base. Cuando respiramos esencias, algunas moléculas del aceite se dirigen a los pulmones para ser absorbidas y pasar la sangre. Otras moléculas van directamente al cerebro y éste, a su vez, libera sustancias neuroquímicas que tiene efectos en la persona. Cuando se aplica en productos aromáticos en el cuerpo, la piel absorbe los componentes químicos del extracto vegetal, que alcanzan así el torrente sanguíneo y el sistema linfático; desde ahí, pueden desplazarse hasta cualquier parte del organismo. Los aceites esenciales son sustancias concentradas y siempre deben diluirse en un aceite base antes de aplicarse al cuerpo.

Los aceites de buena calidad, como los de almendras, germen de trigo, jojoba y aguacate constituyen excelentes agentes conductores. Si no, puede diluir los aceites esenciales en agua y utilizarlos en el baño, pulverizarlos sobre la piel o vaporizarlos. Trate siempre los aceites con cuidado y consideración: son sustancias medicinales muy potentes. Si le surge cualquier duda, consulte a su médico antes de usarlos. 

• Utilice únicamente aceites esenciales de buena calidad, sin adulterar.
• Guarde los aceites esenciales, las esencias y los perfumes en un lugar fresco y protegidos de la luz.
• Los aceites esenciales son sustancias muy concentradas y no deben ingerirse ni aplicarse directamente sobre la piel.
• Dilúyalos siempre, mezclados con una base de aceite vegetal adecuada o, por ejemplo, en el agua del baño. Aplique el producto en una zona reducida del cuerpo antes de utilizarlo por primera vez, para comprobar si le producen alergia.
• Algunos aceites esenciales están contraindicados durante el embarazo: consulte siempre a su médico en caso de duda.
• No deben aplicarse aceites esenciales a niños menores de dos años.
• Evite que le entren en los ojos esencias vegetales sin diluir, ya que pueden provocar daños irreversibles.
• Algunos aceites esenciales, los cítricos en particular, no deben emplearse dos horas antes de una exposición solar.