Ensalada de primavera

Quince días antes o quince días después, según la temperatura y el buen tiempo, cada temporada nos ofrece sus propios productos en los huertos de todo el país.

Actualmente, con las comunicaciones mundiales y los sistemas de hibernación, la temporallidad de los alimentos ha quedado reducida a su mínima expresión.

En pleno mes de diciembre podemos encontrar judías de Marruecos, melocotones de Brasil, o en verano naranjas de Argentina, es decir, los mismos productos que tenemos aquí pero cultivados en el otro hemisferio. Ya tenemos tomates durante todo el año y normalmente también la fruta roja.

Por otro lado, esta globalización de la alimentación resulta beneficiosa, pero tiene también aspectos negativos: perdemos la identidad de los productos y, por lo tanto, la identidad de nuestra cocina y de nuestra cultura.

Así que preparemos ensaladas estacionales con lo que cada temporada nos proporciona.

Ensalada de primavera

Ingredientes:

• 1/2 lechuga
• 1/2 hoja de roble
• 1 manojo de berros
• 1 cebolla tierna
• 50 gr de guisantes
• 50 gr de habas tiernas
• 150 gr de espárragos trigueros
• 200 gr de senderuelas
• 1 decilitro de aceite de oliva
• Vinagre

Preparación:

Limpiamos la lechuga, la hoja de roble y los berros. Lo secamos todo bien y lo amontonamos a un lado del plato.

Calentamos los guisantes y las habas durante medio minuto en agua hirviendo. Los enfriamos con agua y hielo.

Cortamos la cebolla en juliana.

Quitamos la punta de las senderuelas, las lavamos un poco para quitarles cualquier hoja que puedan tener y cortamos los espárragos en trozos de tres o cuatro dedos.

En una sartén ponemos un poco de aceite y salteamos, a fuego fuerte, primero las senderuelas y después la cebolla, los espárragos, las habas y los guisantes.

Apagamos el fuego y añadimos un poco de aceite, vinagre y una pizca de sal.

Lo ponemos con la lechuga y lo aliñamos con el caldo que nos quede.

Lo servimos enseguida antes de que se enfríe.