SALUD
Buen aliento.
Algunos alimentos como el ajo o la cebolla, hacen que nuestra boca huela de una
forma bastante desagradable. Pero esto tiene una solución fácil: sólo hay que
masticar unos granos de café.
BELLEZA
El mejor
exfoliante. Quizás no lo sepas, pero los posos del café son el mejor
exfoliante casero que puedes encontrar. Si los pasas por tu piel de manera
regular, no necesitaras gastar grandes sumas de dinero en productos, porque
tendrás siempre una piel sumamente suave y bonita.
Moreno eterno.
Seguro que después del verano has
empezado a perder ese precio moreno que trajiste de la playa. Puedes mantenerlo
todo el año si, de vez en cuando, hierves posos de café en un poco de agua. Deja
que se enfríe y extiéndelo por todo tu cuerpo o, al menos, por las zonas que
quieras tener morenas. Es rápido, económico y natural.
Contra la celulitis.
Para eliminar la antiestética piel de naranja que provoca la celulitis, frota
primero con un guante de crin la zona afectada y, luego, date un buen masaje
con posos de café húmedos. Una buena ducha con agua fría y ya está.
LIMPIEZA
Restos oleosos.
¿Has lavado una aceitera o una botella que contenía aceite pero que no termina
de quedar bien limpia? Introduce en ella posos de café, añade agua caliente y
agita bien. A continuación, deja reposar hasta que se enfríe el agua; vuelve a
agitar, vacía y lava con el detergente habitual. Te sorprenderá el resultado.
HOGAR
Tuberías atascadas.
Aunque parezca increíble. Un buen truco consiste en echarles posos de café y
dejar correr el agua. Esos sí, no hay que echarlo todos los días. También puedes
probar con bicarbonato o refresco de cola.
Frigoríficos.
A veces se acumula en ellos un olor bastante desagradable. Para solucionarlo,
pon en su interior un pequeño bol con posos de café. Deja que actúe durante un
par de días y sustitúyelo por posos recientes. Es realmente infalible.
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