La Colorterapia se usa hoy como medicina complementaria para tratar dolencias espirituales, mentales, emocionales y físicas. La clave es devolver al cuerpo el equilibrio armónico; para esto el color es una herramienta muy válida cuando se usa en combinación con otras terapias, como la acupuntura, la digitopuntura, el trabajo con esencias, hierbas y visualizaciones.
Un buen profesional de la Colorterapia lo escuchará con mucho cuidado, y lo observará con su mente y corazón abiertos. Usando las herramientas de diagnóstico de que dispone, le brindará un diagnóstico y sugerirá un curso a seguir para disolver los bloqueos que pueda tener y devolver a su energía orgánica el equilibrio dinámico perdido.
La Colorterapia usa una variedad de recursos para diagnosticar y tratar. Algunos profesionales leerán el campo de su aura para ver el estado del equilibrio del color en su cuerpo. Otros leerán este estado en la columna, a través de los chakras y, a partir de esa lectura, programarán una táctica para recobrar el equilibrio.
Colores en la terapia:
Amarillo
Amarillo
Relacionado con las zonas de las glándulas adrenales, con el plexo solar y con los aparatos digestivo y circulatorio. Aumentar la cantidad del amarillo a nuestro alrededor alivia la fatiga mental, ayuda a la digestión, relaja los músculos y combate el nerviosismo. Hay que evitarlo si se padece hiperactividad, dolor de estómago o si se es propenso al comportamiento agresivo.
Azul
Corresponde a la glándula tiroides, a la garganta y a la base del cráneo. Como antiinflamatorio, el azul puede calmar los nervios y generar tranquilidad, aliviar quemaduras por el sol o heridas y suavizar los problemas de garganta, voz y cuello. Debe evitar un exceso de azul si se intenta permanecer caliente o si se padece una deficiencia de tiroides.
Índigo (entre azul oscuro y violeta)
Estimula la imaginación y la intuición, calma los nervios, ayuda en situaciones de insomnio. No debe utilizarse en caso de enfermedad mental, cuando se padezcan trastornos en la alimentación o cuando se hayan prescrito sedantes.
Naranja
Es un color energético que cubre la sección media del cuerpo, incluyendo los riñones, el abdomen y la parte inferior de la espalda. Con el naranja puede conseguirse un aumento de la vitalidad, un alivio de los problemas menstruales y urinarios, y una mejora del apetito. Debe evitarse si estamos irritables, si padecemos problemas intestinales o si queremos relajarnos.
Rojo
Corresponde a la parte inferior del cuerpo, desde la base de la columna y las caderas hasta los pies, e incluye a los órganos reproductores. Se puede utilizar para aumentar la resistencia física, aliviar el dolor en la parte inferior de la espalda y mejorar la circulación. Hay que evitar el rojo si se tiene la presión sanguínea alta, problemas de corazón o cuando se busque la relajación.
Verde
Corresponde a la glándula tímica, al corazón, a los pulmones y al sistema inmunológico. Aporta armonía y tranquilidad, alivia los problemas respiratorios y calma la ansiedad. Debe de evitarse cuando se padezcan problemas autoinmunes y sea necesario un análisis.
Violeta
Está relacionado con la coronilla y parte superior de la cabeza, aporta energía a la glándula pituitaria, estimula la parte superior del cerebro y el sistema nervioso. Es relajante y antiinflamatorio, con cualidades que promueven la meditación y la visualización, alivia la congestión en los senos del cráneo y los dolores de cabeza, y pueden ser de ayuda en afecciones como la esclerosis múltiple. El violeta debe evitarse como terapia en enfermos mentales y cuando se tengan problemas con alcohol y drogas.
Cómo integrar los colores a la vida diaria
- Lleve más ropa de color índigo y azul oscuro, focalice su meditación en piedras de estos colores. Coma berenjenas, remolacha y ciruelas.
- Llene su casa con el verde de las plantas, pase más tiempo en el jardín. Coma espinacas y ensaladas, utilice aceites de pino y bergamota.
- Póngase prendas de color rojo. Como tomates, fresas y cerezas, y utilice aceites como la mirra y el pachulí.
- Medite utilizando como foco flores y piedras de color púrpura, utilice aceite de espliego. Coma col de Bruselas, uvas e higos.
- Póngase ropa de color naranja. Coma mandarinas, zanahorias y ginseng, y visualice el naranja.
- Medite utilizando el amarillo como foco, utilice aceites de citronela y limón. Coma plátanos, huevos y especias como la cúrcuma.
- Tenga como foco el azul del cielo y el mar al meditar, utilice aceite de lavanda. Coma arándanos, ciruelas y uvas.
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