Lo descubrieron investigadores de la Monash University, de Australia, tras estudiar las dietas de personas de 70 años o más. Su objetivo era averiguar si existe alguna relación entre los alimentos que ingieren y las arrugas del rostro. Encontraron que quienes comían más frutas, verduras y pescado tenían mayor firmeza en su piel.
Las personas que consumen antioxidantes tienen la piel más joven. ¿Cómo incorporarlas? A través de estos alimentos:
CIRUELA
Por qué funciona: en especial la morada y la roja contienen sustancias antioxidantes como el betacoroteno, y las antocianinas del grupo de los bioflavonoides, que ayudan a detener el progreso de envejecimiento prematuro de las células. Parte de los betacarotenos en el organismo se transforman en vitamina A, que mantiene la piel joven y saludable, entre otras propiedades.
Forma de consumo: fresca sola, ensaladas de frutas, batidos y zumos.
FRUTOS DEL BOSQUE O BAYAS
(Arándanos, frambuesas, fresas, cerezas, etc.)
Por qué funciona: numerosos estudios han demostrado que la antocianina, el pigmento responsable del color de estas frutas, tiene un gran poder antioxidante, lo que ayuda a evitar que las células envejezcan prematuramente. También son ricas en vitamina C y betacorotenos. Protegen la piel contra los radicales libres -sustancias que dañan las células- resultantes de la exposición solar, el tabaco y el estrés, entre otros factores.
Forma de consumo: frescas solas, ensaladas de frutas, zumos, batidos, yogur y postres.
KIWI
Por qué funciona: es rico en vitamina C, mucho más que la naranja, contiene betacarotenos y otras sustancias antioxidantes que protegen contra los radicales libres.
Vale mencionar que la vitamina C es esencial para la producción de colágeno, que es el mayor componente proteico del tejido conectivo del organismo.
Forma de consumo: fresco, solo, ensaladas de frutas, batidos y postres.
LIMÓN
Por qué funciona: hay estudios que demuestran que consumir limón, por su aporte de vitamina C, betacarotenos y otras sustancias antioxidantes como el limonene, puede a contribuir a reforzar el sistema inmunológico y a ser aliado de la piel.
Forma de consumo: incorpórelo a bebidas y a ciertas comidas para dar sabor.
MANZANA
Por qué funciona: su contenido en flavonoides la convierte en una buena opción antienvejecimiento.
Forma de consumo: fresca y con cáscara, sola, ensaladas de frutas, también en batidos y zumos caseros.
MELÓN
Por qué funciona: aporta un alto porcentaje de agua, betacarotenos y vitamina C que, como ya se mencionó, son agentes naturales contra el envejecimiento; también, favorecen la reparación y el buen estado de la piel.
Forma de consumo: fresco, solo, ensaladas de frutas, batidos, zumos, con jamón como entrada.
NARANJA
Por qué funciona: por sus componentes muy similares al limón, actúa como rejuvenecedora de las células y tejidos, manteniendo la piel sana.
Forma de consumo: entera, zumo recién exprimido y batidos.
SANDÍA
Por qué funciona: contiene carotenoides como el licopeno y un alto porcentaje de agua, lo que la transforma en aliada de la piel.
Forma de consumo: fresca sola, batidos y ensaladas de frutas.
UVA MORADA Y VERDE
Por qué funciona: contienen pigmentos, que ayudan a combatir los radicales libres que dañan, entre otros tejidos, la piel, como las antocianinas y los carotenoides. Es posible, no desechar piel ni semillas, donde la concentración de estas sustancias protectoras es mayor.
Forma de consumo: frescas, solas, ensaladas.
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