Se obtiene de la pulpa seca y molida, conocida como copra.
También tiene múltiples usos: para la fabricación de cosméticos, jabones, bronceadores, champús, detergentes.
El aceite de coco es blanco, aromático y aunque es sólido a temperatura ambiente, empieza a derretirse a los 23ºC. Se va derritiendo al frotarlo con las palmas de las manos. También podemos fundirlo al baño María.
Tiene propiedades calmantes y regenerativas, además de ser antioxidante, antibacterial y anti-hongos.
El aceite de coco evita la formación de radicales libres en la piel, disminuyendo la aparición de manchas, signos de envejecimiento. También mantiene el pelo y la piel resistente y flexible.
A continuación, lo descubrirás viendo un vídeo:
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