Sensualidad y seducción con Aromaterapia

De vez en cuando, todos necesitamos mimos. Algunas fragancias y flores son sinónimas de lujo, ya sea en forma de sencillo ramillete de flores frescas o en forma de aceites esenciales, muy evocadores, para añadir a un baño caliente. En concreto, determinadas esencias como la rosa, el jazmín, el neroli y el ilang-ilang son conocidos afrodisiacos y existen muchas maneras de utilizarlas para llena de romanticismo nuestra vida.

La rosa, de exquisita fragancia, constituye el símbolo clásico del romanticismo y de la seducción: se asocia con Afrodita, la diosa griega del amor, la belleza y la fertilidad. Cleopatra era consciente de su poder y se dice que Marco Antonio, para llegar a su lecho, tenía que caminar por pétalos de rosa hasta la altura de la rodilla. Por suerte, existen muchas otras maneras, menos extravagantes, de experimentar el poder de las rosas: en popurrí o como flores secas, en perfume y en agua de colonia. Para conseguir un aceite de baño de una innegable sensualidad, agregue al agua unas gotas de aceite esencial de rosa y de sándalo; la fragancia permanecerá en su piel bastante tiempo después del baño.

Si la rosa está considerada la reina de las flores, el jazmín es el rey. Aunque las flores blancas adopten formas delicadas, su persistente fragancia posee un carácter más masculino: un intenso olor a almizcle y a tierra. Igual que la rosa, el jazmín constituye un buen remedio para la frigidez sensual y la impotencia, al contribuir a que el cuerpo se relaje y se calme: use un poco de aceite de jazmín en el baño o en masajes.

Las flores del ilang-ilang, amarillas y de intensa fragancia, poseen un aroma exótico, voluptuoso, dulce y embriagador. El nombre de ilang-ilang significa “flor de flores” en malayo y las indonesias las utilizan para perfumarse el cabello y las esparce en sobre la cama de los recién casados para apaciguar los nervios de la noche de bodas. Estas flores, famosas por su potencial relajante y seductor, ayudan a ralentizar los ritmos respiratorios y cardiacos acelerados.

El neroli, de carácter más suave, es una de las esencias florales más delicadas y, con frecuencia, se emplea en la producción de agua de colonia. Se obtiene del árbol del naranjo amargo, cuyas flores se utilizan para confeccionar gramos de novia y coronas, como símbolo de inocencia y para proteger el amor. La fragancia del nerolí, sencilla y dulce, transmite felicidad y alimenta el alma.