27/3/13

El santuario de la sensualidad

Todos conocemos la importancia de darnos un capricho de vez en cuando y dárselo a nuestra pareja, pero ¿cuántas veces llegamos a dárnoslo? Crear un refugio sensual, aunque sólo sea durante una o dos horas, constituye una de las mejores maneras de hacerlo.

El baño y el dormitorio son dos lugares donde resulta bastante sencillo crear la atmósfera adecuada. Baje la luz, ponga música apropiada y elija las esencias que mejor se ajusten a su estado de ánimo. Utilice cremas, lociones, aguas florales o perfumes para darse un gusto y disfrute con un lujoso baño relajante o con un masaje sensual.

Aceite de baño de rosa y de sándalo
Emplee este refinado aceite con moderación: una pequeña cantidad dará mucho de sí. La fragancia cálida y picante permanecerá en la piel después del baño.

Ingredientes:
100 ml de aceite de almendras
4 cucharaditas este aceite de germen de trigo
15 gotas de aceite esencial de rosa
10 gotas de aceite esencial de sándalo

Añadir estos ingredientes al agua antes del baño.

Preparado para un masaje seductor
Nada mejor que dar un masaje y recibir otro para relajar la tensión y crear intimidad.

Ingredientes:
7 cucharadas soperas de aceite de semillas de pomelo
1 cucharadita de aceite de germen de trigo
5 gotas de aceite esencial de rosa
3 gotas de aceite esencial de ilang-ilang
2 gotas de aceite esencial de jazmín

En ambos preparados, renueva los ingredientes y envase la mezcla en una botella de color oscuro, con tapón de rosca. Úselos cuando los necesite.

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