¿El cigarrilo electrónico es dañino?

Cigarrillo electrónico, vaporizador electrónico o e-cigarro, su nombre no es lo único que está en duda, también las causas que provoca a quién lo consume y a los que están a su lado.

El debate ha llegado hasta la Eurocamára, donde se ha decido que este producto debe ser regularizado como producto de tabaco y no como medicamento, a partir de ahora deberán incluir advertencias sanitarias, no podrán contener más de 30 miligramos de nicotina y no podrán venderse a menores de 18 años.

Al parecer, los cigarrillos electrónicos no tienen tantas ventajas como en un primer momento se creía.Una batería de litio calienta una resistencia que va por un líquido compuesto, entre otros, nicotina. El nivel de esta sustancia se va reduciendo, poco a poco, hasta llegar a niveles ínfimos y, por último, suprimirla completamente.

Desde la Comisión de Control del Tabaco, advierten no estar muy seguros de que los cigarrillos electrónicos sean menos dañinos que los cigarrillos convencionales. Contienen sustancías derivadas de plásticos, que pueden provocar problemas en los alveólos, hacer que el tejido pulmonar más sensible y producir un estrechamiento en las vías respiratorias. A pesar, que no hay estudios serios que lo corroboren, las evidencias requieren que continúe investigando acerca de este producto.

Christina Gratziou, presidenta de la Comisión de Control del Tabaco, comenta: "estos cigarrillos causan problemas en las vías respiratorias y aumentan los síntomas de tos y de dolor de garganta. No aconsejamos el consumo de estos cigarrillos para lograr dejar de fumar. Hay otros métodos como programas especiales para fumadores, que la gente puede seguir y con ello conseguir exitosos resultados."

La Organización Mundial de la Salud ha alertado de que podrían ser cancerígenos y, sin embargo, los últimos meses en España se ha producido un creciente aumento de tiendas de cigarrillos electrónicos dada la positiva aceptación del producto.

Más allá de los perjudiciales que puedan ser para la salud, los cigarrillos electrónicos plantean otro gran problema, ponen en peligro la desnormalización pública del tabaco, que tanto ha costado lograrlo. No hay ley que impida 'vapear' en lugres públicos, por lo que imaginesen sería posible consumir incluso en centros públicos o sanitarios. Otra cosa, es que se permita la mala imagen y el olor de alguien fumando, aunque vapor, en estos lugares.