Aparecen, a menudo sin razón aparente, en forma de vesículas localizadas en la mucosa de la boca. Pueden llegar a ser muy dolorosas. Nada más notar los primeros síntomas, aplíquese propóleo.
EL PROBLEMA
Las aftas son inflamaciones vesiculares que afectan, de manera recurrente, a las mucosas del interior de las mejillas y al contorno de la lengua. Al segundo o tercer día, las vesículas se abren y forman ulcerillas dolorosas que suelen desaparecer y curarse en el transcurso de una semana sin dejar cicatrices. De origen probablemente vírico, aparecen como consecuencia de irritaciones causadas por aparatos dentales y ortodoncias, por problemas de absorción intestinal o por la carencia de vitamina B.
El mejor remedio para las aftas no es una planta, sino una sustancia resinosa producida por las abejas, que extraen de las yemas y la corteza de determinados árboles (coníferas, álamos, castaños de Indias, abedules, fresnos, encinas y olmos), la transforman hasta la colmena y la mezclan con otras sustancias que segregan sus glándulas salivales y con cera. Entre las virtudes medicinales del propóleo destaca su efecto antibiótico y, lo más importante en este tipo de casos, sus propiedades cicatrizantes y desinfectantes.
LOS REMEDIOS
Aplicaciones superficiales de propóleo puro. Puede comprar tintura de propóleo en cualquier herboristería o farmacia. Como no tiene alcohol, no escuece. Se aplica un par de veces al día en las heridas y vesículas causadas por las aftas, con un bastoncillo o una bolita de algodón empapado en la tintura, teniendo cuidado de dejar que la cura actúe unos segundos.
Enjuagues de propóleo diluido. Otra opción para curar las aftas en enjuagarse con una tisana de hierbas, de propiedades calmantes o antisépticas – como las infusiones de malva o de menta -, a la que se le añaden unas gotas de propóleo en tintura. Se mantiene el líquido en la boca un par de minutos y se escupe. Conviene repetir los enjuagues dos o tres veces al día.
El yogur. En ocasiones, la aparición frecuente de aftas se debe a un desequilibrio de la flora bacteriana intestinal. En esos casos, resultan muy beneficiosos los fermentos lácteos y los yogures enteros naturales. Para que sean plenamente eficaces, deben tomarse con regularidad durante un cierto período de tiempo.
NOTA: Esta información no
pretende en ningún caso la sustitución del diagnostico o tratamiento médico.
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