¿Cuándo debo lavarme el cabello?

La frecuencia con que debe lavarse la cabeza es objeto de controversia, pero se trata estrictamente de una cuestión personal. En términos generales, cuanto mejor sea su salud menos necesidad tendrá de lavarse la cabeza. Por higiene, es indicado lavarse una vez a la semana para eliminar los contaminantes de la atmósfera, sentirse cómoda y evitar los olores desagradables del cuero cabelludo. La frecuencia varía según sea su clase de cabello. ¿Es graso o seco? ¿Frágil o robusto? ¿Está expuesta al aire y al denso tráfico de la ciudad industrial, o vive rodeada por la limpieza del aire del campo?

Muchas adolescentes se lavan la cabeza a menudo, a causa de que sus glándulas sebáceas son activas. Para solucionar este problema, primero hay que tomar una dieta correctora y evitar un excesivo lavado de cabeza que perjudique al cabello.

Para quienes poseen un cabello seco, los frecuentes lavados pueden ser perjudiciales. El cabello graso requiere lavados más frecuente para poder dominarlo. El cabello seco en extremo, o excesivamente graso, y el cuero cabelludo que produce con rapidez un olor desagradable, constituyen condiciones que parecen deberse a deficiencias en la nutrición. Hasta que se solucionen las necesidades internas, constituirán dificultades para solucionar los problemas. El cabello limpio y un cuero cabelludo libre de olor son condiciones que pueden alcanzarse mediante la administración de los lavados.

Si su dieta es equilibrada e incluye numerosas frutas frescas, verduras y proteínas, si no tiene ningún problema para eliminar los desechos corporales, pero aun así se encuentra con dificultades, deberá entonces examinar de qué modo se lava la cabeza.

Enjabonarse con rapidez y enjuagarse no es adecuado para un cabello saludable, y con el tiempo estos métodos rápidos pueden producir una caspa copiosa, olor del cuero cabelludo y poros obturados. Hay que adoptar una actitud relajada en el lavado del cabello y aprender a no limitarse a un rápido enjabonado y enjuague bajo la ducha.

Vigile su dieta para asegurarse del consumo de alimentos que no debe tomar. Elija un champú, o fabríquese uno usted misma, que sea limpiador pero no destructivo.